La OIT demanda a España un "plan de choque" para mejorar el empleo juvenil y adecuar salarios a productividad
En su 'Informe sobre Trabajo en el Mundo 2011', la OIT añade además que es preciso un ajuste de las políticas en materia de educación, competencias profesionales y formación al nuevo modelo de crecimiento, así como promover las políticas activas de empleo al tiempo que se presta apoyo adecuado a los desempleados. En cuarto lugar, defiende que continúen los esfuerzos por reducir la temporalidad.
Estas son las principales recomendaciones que realiza la OIT a España, después de que la tasa de paro haya escalado hasta el 21,3% en el primer trimestre de 2011, más de 13 puntos porcentuales por encima de la de 2008. Así, destaca que 2,3 millones de empleos seguían siendo necesarios en España para recuperar el nivel de empleo anterior a la crisis.
Asimismo, advierte de que el nuevo deterioro de las perspectivas económicas mundiales desde 2010 podría afectar aún más la situación del empleo. "Esto es preocupante puesto que indicadores recientes sugieren que el crecimiento del empleo ya ha empezado a reducirse en muchos países", subraya la OIT.
Ante este panorama, la organización internacional considera que fomentar la inversión productiva y el apoyo a las pymes es "crucial" para la creación de empleo en España. Para ello, indica que es preciso primero hacer frente a una serie de problemas estructurales subyacentes, en particular las cuestiones relacionadas con las restricciones de crédito y la gobernabilidad corporativa.
VINCULAR SALARIOS A PRODUCTIVIDAD.
La OIT también apuesta por una "mejor alineación" del crecimiento de los salarios con el crecimiento de la productividad para fomentar la competitividad en España. "La efectividad de las políticas de fijación de salarios dependerá, en primer lugar, de los esfuerzos y en segundo lugar, de la capacidad para revertir las limitaciones de la negociación colectiva en relación con las prácticas de fijación de salarios", añade.
Según la organización internacional, en España, la "incapacidad" para hacer frente a la crisis de empleo ha dado lugar a un aumento del descontento social. Así, en 2010 el 77% de las personas encuestadas indicó que no estaban satisfechas con la disponibilidad de oportunidades de empleo. Además, la confianza de los entrevistados en el gobierno nacional había caído de un 48% de aceptación en 2007 a un 30% en 2010.
En el ámbito internacional, el informe de la OIT destaca que la economía mundial, que había empezado a recuperarse de la crisis, ha entrado en una nueva fase de debilitamiento económico. Así, el crecimiento económico de las principales economías avanzadas se ha estancado y la recesión ha regresado en algunos países, sobre todo en Europa. De la misma manera, el crecimiento ha disminuido en varios países emergentes y en vías de desarrollo.
EN SEIS MESES EL EMPLEO EMPEORARÁ AÚN MÁS.
Es de esperar, añade la OIT, que el actual debilitamiento económico impacte a los mercados de trabajo en aproximadamente seis meses. Mientras que en las primeras etapas de la crisis mundial fue posible retrasar o atenuar, hasta cierto punto, la pérdida de empleos, es probable que la desaceleración que se vive actualmente tenga un impacto "rápido y marcado", advierte.
"Los programas públicos de apoyo al empleo y a los ingresos, que a principios de la crisis mundial habían demostrado ser muy efectivos amortiguando la pérdida de puestos de trabajo, podrían ser reducidos drásticamente debido a las medidas de austeridad fiscal que cada vez más países están adoptando", alerta la OIT.
Según los últimos indicadores que maneja la organización, la desaceleración del empleo ha empezado ya a materializarse y es evidente en dos tercios de las economías avanzadas y en la mitad de los países emergentes y en vías de desarrollo con disponibilidad de datos.
Mientras tanto, los jóvenes siguen entrando al mercado laboral. Como consecuencia, la OIT calcula que durante los próximos dos años será necesario crear alrededor de 80 millones de nuevos puestos de trabajo, 27 millones en las economías avanzadas y el resto, en los países emergentes y en vías de desarrollo, para restablecer las tasas de empleo existentes antes de la crisis.
Sin embargo, afirma que dada la reciente desaceleración de la economía, es probable que tan sólo la mitad de estos empleos pueda ser creado, por lo que estima que los niveles de empleo en las economías avanzadas no volverán a la situación registrada antes de la crisis hasta el 2016, es decir, un año más tarde de lo previsto por el anterior informe de la OIT sobre el trabajo en el mundo, del año 2010.
Fuente: Europa press.