martes, 24 de marzo de 2009

Economía sumergida II.

De gira por Cuenca, cobrando en 'negro'

Músicos de prestigio vuelven a los pequeños bares ante la falta de actuaciones en directo

«Hace un año, conciertos en París y en los principales festivales nacionales. Ahora, de gira por Cuenca y Huelva, sin más remedio que cobrar en negro. La crisis también se ceba con los profesionales de la música, un sector en el que es complicado encontrar contratos por actuaciones en directo. «Normalmente empiezas tocando en locales pequeños, cobras en mano y te vas; pero cuando te haces un nombre exiges que los pagos estén legalizados. Ahora volvemos a cobrar en negro», afirma M.B., cantante de una conocida banda barcelonesa y pianista de jazz.

Su situación es, incluso, privilegiada. En 2004 entró como vocalista en un conjunto que se encuentra a medio camino entre los más conocidos y los que recorren locales pequeños. Grabaron un disco que les catapultó a salas de mayor tamaño dentro y fuera de España, además de compartir escenario con músicos de excepción. Una exitosa trayectoria que se plasmó en actuaciones en algunos de los principales festivales nacionales y en giras por grandes ciudades europeas.En invierno, cuando menos música se demanda en España, la banda solía dar cuatro conciertos al mes, y nunca aceptaban que no hubiese un contrato.

La crisis ha hecho mella y el músico comenta que ahora tienen suerte si les contratan una vez al mes. Una situación que les ha llevado a aceptar algún show sin contrato. «Nos permitíamos el lujo de exigir factura. En este negocio casi todo el mundo cobra en negro porque las salas lo prefieren», explica M. B., que lamenta que «muchos festivales organizados por ayuntamientos han desaparecido. Y eran conciertos legalizados».

El artista espera que la temporada de verano salve el año, además de las actuaciones internacionales previstas. Un músico profesional sólo puede ganarse la vida con los conciertos, un disco es sólo una carta de presentación. Aun así, denuncia que en España no existe protección para el colectivo, cuya única opción es o entrar en una cooperativa o trabajar como autónomo. «En Francia, el músico puede solicitar un subsidio en caso de que le fallen las actuaciones; en España, en cambio, prometen subvenciones para abrir más locales de música en directo, y en cambio cierran los que están en activo por problemas con los vecinos», se lamenta.
Fuente:www.elmundo.es/mercados.22/03/2009.